Y (3) obligan a un tal Simón de Cirene, que pasaba, saliendo del país, el padre de Alejandro y Rufo, a llevar su cruz.

(3) La ira de los impíos no tiene medida; mientras tanto, incluso la debilidad de Cristo, que sufría bajo la pesada carga de la cruz, muestra claramente que un cordero es llevado al sacrificio.

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