(11) Y que, conociendo el tiempo, ya es hora de despertar del sueño: porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando creímos.

(11) Una aplicación tomada de las circunstancias de la época: que también nos recuerda nuestro deber, ya que éste permanece, después de lo cual las tinieblas de la ignorancia y los afectos perversos por el conocimiento de la verdad de Dios son expulsadas de nosotros, que ordenemos nuestra vida de acuerdo con esa regla certera y segura de toda justicia y honestidad, estando plenamente fundamentados en el poder del Espíritu de Cristo.

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