De los hombres [que son] tu (l) mano, oh SEÑOR, de los hombres del mundo, [que tienen] su (m) porción en [esta] vida, y cuyo vientre llenaste con tu [tesoro] escondido: son lleno de hijos, y dejar el resto de su [sustancia] a sus bebés.

(l) Por tu poder celestial.

(m) Y no sentir el dolor que a menudo sienten los hijos de Dios.

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