(2) Cuando te marches hoy de mí, encontrarás a dos hombres junto al sepulcro de Raquel en el límite de Benjamín en Zelza; y te dirán: Las asnas que ibas a buscar han sido halladas; y he aquí tu padre ha dejado el cuidado de las asnas y se aflige por ti, diciendo: ¿Qué haré por mi hijo? (3) Luego seguirás adelante desde allí, y llegarás a la llanura de Tabor, y te encontrarán tres hombres que suben a Dios en Betel, uno con tres cabritos y otro con tres panes, y otro llevando un odre de vino: (4) Y te saludarán y te darán dos panes; que recibirás de sus manos.

(5) Después de eso, llegarás al monte de Dios, donde está la guarnición de los filisteos; y sucederá que cuando llegues a la ciudad, te encontrarás con una compañía de profetas que desciende de la ciudad. lugar alto con un salterio, un pandero, una flauta y un arpa delante de ellos; y profetizarán. (6) Y el Espíritu del SEÑOR vendrá sobre ti, y profetizarás con ellos, y serás convertido en otro hombre.

(7) Y cuando te lleguen estas señales, haz lo que la ocasión te sirva; porque Dios está contigo. (8) Y descenderás delante de mí a Gilgal; y he aquí que yo descenderé a ti para ofrecer holocaustos y sacrificios de ofrendas de paz. Siete días estarás hasta que yo vuelva a ti y te muestre lo que has de hacer.

Todas estas señales tenían la intención de convencer a Saúl de que en todo lo que Samuel había hecho, había actuado bajo la autoridad de Dios. Y sin duda tuvieron su efecto a modo de confirmación.

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