(3) No hables más con orgullo; No salga de tu boca la arrogancia; porque el SEÑOR es un Dios de conocimiento, y por él se pesan las acciones.

Si el lector mira de cerca este versículo y el anterior, percibirá que Ana está comprometida para celebrar varias de las perfecciones divinas de Jehová. Primero su santidad; luego su Poder; luego su sabiduría; y luego su Justicia. ¡Lector! es delicioso contemplar las asombrosas perfecciones de Dios, tal como son en él mismo. Pero es doblemente así, cuando los contemplamos, como todos comprometidos en compromisos de pacto, listos en cada ocasión, para ser llevados adelante en ejercicio, para la bendición y seguridad de su pueblo.

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