No solo tenemos la debilidad y la impotencia del estado de cada hombre por naturaleza aquí representada para nosotros, sino que, lo que es más para el propósito, y de hecho el gran objetivo que se pretende mostrar de la predicación de Ezequiel, tenemos la ruina total de esa naturaleza por la caída puesta. Se puede decir verdaderamente que cada hijo e hija de Adán fue arrojado al aborrecimiento de su persona, y abandonado eternamente para perecer por cualquier ayuda o piedad que todas las criaturas de Dios pudieran dar. ¡Lector! detente y contempla un estado tan espantoso. y luego recuerda que esto fue y es tanto tuyo como mío, y tanto por el pecado original como por la transgresión actual.

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