Se prometen bendiciones espirituales, bajo expresiones figurativas. Tales son los efectos benditos introducidos en las circunstancias de la humanidad por el evangelio de Cristo, que, como las bestias del bosque domesticadas y puestas bajo orden, las pasiones de nuestra naturaleza caída serán reguladas y restringidas. Un niño los guiará; es decir, el pueblo del Señor estará tanto bajo la bendita influencia de la gracia en el corazón, que no necesitará nada de aprendizaje humano para guiarlo.

¿Y no se cumplió esta profecía en los días del evangelio, cuando María se convirtió en la primera predicadora de la resurrección? Los ángeles llevaron las nuevas a las mujeres; y ellos, y no los apóstoles, lo difundieron primero.

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