Este es un testimonio precioso que el ESPÍRITU SANTO da de Moisés. Pero lector, no olvides que, por eminente que sea, en general, Moisés fue por la mansedumbre, sin embargo, hubo momentos en que lo abandonó. Ver Num_11: 11-15; Num_20: 10-12. ¡Sí, lector! nadie sino el CORDERO de DIOS mismo podría decir: Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón. Mateo 11:29 .

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