Le ruego al lector que consulte el primer versículo del próximo capítulo, y esto arrojará luz sobre todo el tema. Porque es muy claro, por lo que se dice allí, que el hecho de que Balaam dejara a Balac, con el pretexto de escuchar lo que el SEÑOR le diría, era usar encantamientos. Pero cuán sorprendente es esa expresión: el SEÑOR puso una palabra en la boca de Balaam; es decir, anuló al desgraciado para que dijera lo contrario de lo que deseaba.

De modo que en el mismo momento en que este horrible personaje se contrató a sí mismo para maldecir al pueblo de DIOS, se ve obligado a bendecirlos. ¡Oh! que la herencia del SEÑOR tuvo la gracia de considerar siempre esto y recordarlo. ¿Cómo estarían convencidos de la verdad de esa dulce escritura, que ningún arma formada contra ellos puede prosperar? Porque aun la ira de los hombres alabará a DIOS, el resto de la ira lo refrenará.

Isaías 54:17 ; Salmo 76:10 .

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad