Y sucedió que a medianoche el hombre tuvo miedo y se volvió; y he aquí una mujer yacía a sus pies. (9) Y él dijo: ¿Quién eres tú? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende, pues, tu falda sobre tu sierva; porque eres un pariente cercano.

En su mayor parte, es medianoche en el alma, cuando el Señor Jesús se revela por primera vez al corazón de un pobre pecador. Aquí, como en el caso anterior, tenemos la evidencia más decidida de que el tema tiene la intención de ser espiritual: porque encontramos al Señor expresando su pacto de amor y redención a su pueblo, bajo la misma figura aquí utilizada, al tener Describió nuestro estado perdido, bajo la semejanza de que un niño al este fuera a perecer desde su nacimiento, dice el Señor: Extendí mi falda sobre ti, y tú te hiciste mía. Ezequiel 16:8 .

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