Aquí, como en muchos salmos de naturaleza similar, hay una invitación a alabar a Jehová; y las diversas órdenes del pueblo están especialmente llamadas a este servicio. La casa de Aarón se menciona por su nombre; pero quizás esto sea también en adaptación a los tiempos del evangelio, cuando Jesús ha hecho a su pueblo reyes y sacerdotes para Dios y el Padre. Todo hombre puede encontrar en la historia de su propia vida lo suficiente para exigir el incesante tributo de alabanza. Apocalipsis 1:6 .

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