• Deuteronomio 32:39

    “‘Vean ahora que yo, Yo Soy, y conmigo no hay más dioses. Yo hago morir y hago vivir; yo hiero y también sano; no hay quien pueda librar de mi mano.

  • Deuteronomio 32:40

    Ciertamente levantaré mis manos a los cielos y diré: ¡Viva yo para siempre!

  • Deuteronomio 32:41

    Cuando afile mi reluciente espada y mi mano arrebate el juicio, tomaré venganza de mis enemigos y retribuiré a los que me aborrecen.

  • Deuteronomio 32:42

    Mi espada devorará carne, y mis flechas embriagaré con sangre: con la sangre de muertos y cautivos, y de las cabezas melenudas del enemigo’.

  • Deuteronomio 32:43

    “¡Regocíjense, oh naciones, con su pueblo! Porque él vengará la sangre de sus siervos. Él tomará venganza de sus enemigos y expiará la tierra de su pueblo”.

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