• Eclesiastés 5:2

    No te precipites con tu boca ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

  • Eclesiastés 5:3

    Pues de la mucha preocupación viene el soñar; y de las muchas palabras, el dicho del necio.

  • Eclesiastés 5:4

    Cuando hagas un voto a Dios no tardes en cumplirlo; porque él no se complace en los necios. Cumple lo que prometes.

  • Eclesiastés 5:5

    Mejor es que no prometas, a que prometas y no cumplas.

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