• Eclesiastés 5:7

    Porque cuando hay muchos sueños, también hay vanidades y muchas palabras. Pero tú, teme a Dios.

  • Eclesiastés 5:8

    Si observas en una provincia la opresión de los pobres y la privación del derecho y la justicia, no te asombres por ello. Porque al alto lo vigila uno más alto, y hay alguien aun más alto que ellos.

  • Eclesiastés 5:9

    Pero en todo es provechoso para un país que el rey esté al servicio del campo.

  • Eclesiastés 5:10

    El que ama el dinero no quedará satisfecho con dinero, y el que ama las riquezas no tendrá beneficio. También esto es vanidad.

  • Eclesiastés 5:11

    Cuando los bienes aumentan, también aumentan los que los consumen. ¿Qué provecho, pues, tendrán sus dueños aparte de verlos con sus ojos?

  • Eclesiastés 5:12

    Dulce es el sueño del trabajador, haya comido poco o haya comido mucho; pero al rico no lo deja dormir la abundancia.

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