• Eclesiastés 8:1

    ¿Quién como el sabio? ¿Quién conoce la interpretación de las cosas? La sabiduría del hombre iluminará su rostro y transformará la dureza de su semblante.

  • Eclesiastés 8:2

    Digo yo: Guarda el mandamiento del rey, y a causa del juramento hecho a Dios,

  • Eclesiastés 8:3

    no te apresures a irte de su presencia ni te detengas en cosa mala, porque él hará todo lo que le plazca.

  • Eclesiastés 8:4

    Ya que la palabra del rey tiene poder, ¿quién le preguntará lo que hace?

  • Eclesiastés 8:5

    El que guarda el mandamiento no conocerá el mal. El corazón del sabio conoce el tiempo y el proceder.

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