• Éxodo 4:6

    — El SEÑOR también le dijo — : Mete tu mano en tu seno. Él metió su mano en su seno, y al sacarla, he aquí que su mano estaba leprosa, blanca como la nieve.

  • Éxodo 4:7

    Entonces le dijo: — Vuelve a meter tu mano en tu seno. Él volvió a meter su mano en su seno; y al volver a sacarla de su seno, he aquí que volvió a ser como el resto de su carne.

  • Éxodo 4:8

    — Y sucederá que si no te creen ni te escuchan a la primera señal, te creerán a la segunda señal.

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