• Génesis 30:25

    Y aconteció que cuando Raquel dio a luz a José, Jacob dijo a Labán: — Déjame ir a mi lugar, a mi tierra.

  • Génesis 30:26

    Dame mis mujeres y mis hijos por quienes he trabajado para ti, y déjame ir. Tú conoces el trabajo que yo he realizado para ti.

  • Génesis 30:27

    Labán le respondió: — Por favor, si he hallado gracia ante tus ojos… He visto que el SEÑOR me ha bendecido por tu causa.

  • Génesis 30:28

    — Y añadió — : Señálame tu salario, y yo te lo pagaré.

  • Génesis 30:29

    Él respondió: — Tú sabes cómo he trabajado para ti y cómo ha estado tu ganado conmigo.

  • Génesis 30:30

    Pues poco tenías antes de que yo viniera, y ha crecido abundantemente. El SEÑOR te ha bendecido con mi llegada. Ahora, ¿cuándo he de trabajar yo también por mi propia casa?

  • Génesis 30:31

    Él le preguntó: — ¿Qué te daré? Jacob respondió: — No me des nada. Pero si haces para mí lo siguiente, volveré a apacentar y a cuidar tus ovejas:

  • Génesis 30:32

    Yo pasaré hoy en medio de todo tu rebaño, poniendo aparte toda oveja pintada o salpicada de diversos colores y todo cordero de color oscuro entre las ovejas; y de entre las cabras las salpicadas de diversos colores y las pintadas. Eso será mi salario.

  • Génesis 30:33

    Así será constatada mi honradez en el futuro, cuando tomes en cuenta mi salario: Toda cabra que no sea pintada o salpicada y toda oveja que no sea de color oscuro, que esté conmigo, será considerada como robada.

  • Génesis 30:34

    Labán dijo: — ¡Bien! Que sea como tú dices.

Continúa después de la publicidad