• Hebreos 3:6

    En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre su casa. Esta casa suya somos nosotros, si de veras retenemos la confianza y el gloriarnos de la esperanza.

  • Hebreos 3:7

    Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oyen hoy su voz,

  • Hebreos 3:8

    no endurezcan su corazón como en la provocación, en el día de la prueba en el desierto,

  • Hebreos 3:9

    donde los padres de ustedes me pusieron a gran prueba y vieron mis obras durante cuarenta años.

  • Hebreos 3:10

    Por esta causa me enojé con aquella generación y dije: “Ellos siempre se desvían en su corazón y no han conocido mis caminos”.

  • Hebreos 3:11

    Como juré en mi ira: “¡Jamás entrarán en mi reposo!”.

  • Hebreos 3:12

    Miren, hermanos, que no haya en ninguno de ustedes un corazón malo de incredulidad que se aparte del Dios vivo.

  • Hebreos 3:13

    Más bien, exhórtense los unos a los otros cada día mientras aún se dice: “Hoy”, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.

  • Hebreos 3:14

    Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, si de veras retenemos el principio de nuestra confianza hasta el fin,

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