• Hebreos 3:7

    Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oyen hoy su voz,

  • Hebreos 3:8

    no endurezcan su corazón como en la provocación, en el día de la prueba en el desierto,

  • Hebreos 3:9

    donde los padres de ustedes me pusieron a gran prueba y vieron mis obras durante cuarenta años.

  • Hebreos 3:10

    Por esta causa me enojé con aquella generación y dije: “Ellos siempre se desvían en su corazón y no han conocido mis caminos”.

  • Hebreos 3:11

    Como juré en mi ira: “¡Jamás entrarán en mi reposo!”.

  • Hebreos 3:12

    Miren, hermanos, que no haya en ninguno de ustedes un corazón malo de incredulidad que se aparte del Dios vivo.

  • Hebreos 3:13

    Más bien, exhórtense los unos a los otros cada día mientras aún se dice: “Hoy”, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.

  • Hebreos 3:14

    Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, si de veras retenemos el principio de nuestra confianza hasta el fin,

  • Hebreos 3:15

    entre tanto se dice: Si escuchan hoy su voz, no endurezcan su corazón como en la provocación.

  • Hebreos 3:16

    Porque ¿quiénes fueron aquellos que, habiendo oído, lo provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto con Moisés?

  • Hebreos 3:17

    ¿Y con quiénes se disgustó durante cuarenta años? ¿No fue precisamente con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?

  • Hebreos 3:18

    ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo sino a aquellos que no obedecieron?

  • Hebreos 3:19

    Y vemos que ellos no pudieron entrar debido a su incredulidad.

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