• Marco 3:11

    Y los espíritus inmundos, siempre que lo veían se postraban delante de él y gritaban diciendo: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”.

  • Marco 3:12

    Pero él los reprendía mucho para que no lo dieran a conocer.

  • Marco 3:13

    Entonces subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y fueron a él.

  • Marco 3:14

    Constituyó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar

  • Marco 3:15

    y tener autoridad para echar fuera los demonios.

  • Marco 3:16

    Y constituyó a los doce: a Simón (a quien le puso por nombre Pedro),

  • Marco 3:17

    a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan el hermano de Jacobo (a ellos les puso por nombre Boanerges; es decir, hijos del trueno),

  • Marco 3:18

    a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Jacobo hijo de Alfeo, a Tadeo, a Simón el cananita

  • Marco 3:19

    y a Judas Iscariote (el que lo entregó). Por quién Jesús echa fuera demonios Él volvió a casa,

  • Marco 3:20

    y otra vez se reunió la multitud de modo que ellos no podían ni siquiera comer pan.

  • Marco 3:21

    Cuando los suyos lo oyeron, fueron para prenderlo porque decían que estaba fuera de sí.

  • Marco 3:22

    Los escribas que habían descendido de Jerusalén decían que estaba poseído por Beelzebul y que mediante el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.

  • Marco 3:23

    Y habiéndolos llamado a su lado, les hablaba en parábolas: “¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?

  • Marco 3:24

    Si un reino se divide contra sí, ese reino no puede permanecer.

  • Marco 3:25

    Si una casa se divide contra sí, esa casa no podrá permanecer.

  • Marco 3:26

    Y si Satanás se levanta contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer sino que su fin ha llegado.

  • Marco 3:27

    Al contrario, nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes a menos que primero ate al hombre fuerte. Y entonces saqueará su casa.

  • Marco 3:28

    De cierto les digo que a los hijos de los hombres les serán perdonados todos los pecados y blasfemias, cualesquiera que sean.

  • Marco 3:29

    Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás sino que es culpable de pecado eterno”.

  • Marco 3:30

    Dijo esto porque decían: “Tiene espíritu inmundo”.

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