• Miqueas 7:7

    Pero yo miraré al SEÑOR; esperaré en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!

  • Miqueas 7:8

    Tú, oh enemiga mía, no te alegres contra mí; pues aunque caí me levantaré. Aunque yo habite en tinieblas el SEÑOR será mi luz.

  • Miqueas 7:9

    Porque pequé contra el SEÑOR soportaré su ira, hasta que él juzgue mi causa y me haga justicia. Él me sacará a la luz y yo veré su justicia.

  • Miqueas 7:10

    Mi enemiga lo verá, y la que me decía: “¿Dónde está tu Dios?” se cubrirá de vergüenza. Y mis ojos la verán. ¡Ahora será pisoteada como el lodo de la calle!

  • Miqueas 7:11

    Viene el día en que se edificarán tus muros. En aquel día se ampliarán tus límites;

  • Miqueas 7:12

    en aquel día vendrán a ti desde Asiria y las ciudades de Egipto y desde Egipto hasta el Río, de mar a mar y de montaña a montaña.

  • Miqueas 7:13

    Y la tierra llegará a ser una desolación por causa de sus moradores, como fruto de sus obras.

  • Miqueas 7:14

    Apacienta a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu posesión que habita solitario en medio del bosque del Carmelo. Apacentarán sus rebaños en Basán y en Galaad como en los tiempos antiguos.

  • Miqueas 7:15

    “Yo les mostraré maravillas como en el día en que saliste de la tierra de Egipto”.

  • Miqueas 7:16

    Las naciones lo verán y quedarán confundidas a causa de todo el poder de ellos. Se pondrán la mano sobre la boca y sus oídos se ensordecerán.

  • Miqueas 7:17

    Lamerán el polvo como la culebra, como los reptiles de la tierra. Saldrán temblando desde sus encierros; tendrán pánico del SEÑOR nuestro Dios y tendrán miedo de ti.

  • Miqueas 7:18

    ¿Qué Dios hay como tú que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No ha guardado para siempre su enojo porque él se complace en la misericordia.

  • Miqueas 7:19

    Volverá a compadecerse de nosotros. Pisoteará nuestras iniquidades y echará nuestros pecados en las profundidades del mar.

  • Miqueas 7:20

    Concederás la verdad a Jacob y a Abraham la lealtad que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.

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