- 
                
                
No niegues un bien a quien es debido, teniendo poder para hacerlo.
             
                    - 
                
                
No digas a tu prójimo: “Anda y vuelve; mañana te lo daré”, cuando tienes contigo qué darle.
             
                    - 
                
                
No trames mal contra tu prójimo, estando él confiado en ti.
             
                    - 
                
                
No pleitees con alguno sin razón, si es que no te ha hecho agravio.
             
                    - 
                
                
No envidies al hombre violento ni escojas ninguno de sus caminos;
             
                    - 
                
                
porque el SEÑOR abomina al perverso, pero su íntima comunión es con los rectos.
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad