• Salmo 10:12

    ¡Levántate, oh SEÑOR Dios; alza tu mano! No te olvides de los pobres.

  • Salmo 10:13

    ¿Por qué desprecia el impío a Dios? En su corazón piensa que tú no lo llamarás a cuenta.

  • Salmo 10:14

    Ciertamente tú ves la vejación y la provocación; las miras para dar la recompensa. A tus manos se acoge el desdichado; tú eres el amparo del huérfano.

  • Salmo 10:15

    Quebranta el brazo del impío y del malo; castígalos por su perversidad hasta que desistan de ella.

  • Salmo 10:16

    ¡El SEÑOR es Rey para siempre! De su tierra desaparecerán las naciones.

  • Salmo 10:17

    El deseo de los humildes escuchas, oh SEÑOR; tú dispones su corazón y tienes atento tu oído

  • Salmo 10:18

    para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que el hombre de la tierra no vuelva más a hacer violencia.

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