• Salmo 102:23

    Debilitó mi fuerza en el camino y acortó mis días.

  • Salmo 102:24

    Dije: “Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días. ¡Tus años duran por generación y generación!

  • Salmo 102:25

    Tú fundaste la tierra en la antigüedad; los cielos son obra de tus manos.

  • Salmo 102:26

    Ellos perecerán pero tú permanecerás. Todos ellos se envejecerán como un vestido; como a ropa los cambiarás, y pasarán.

  • Salmo 102:27

    Pero tú eres el mismo y tus años no se acabarán.

  • Salmo 102:28

    Los hijos de tus siervos habitarán seguros, y su descendencia estará firme delante de ti”.

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