• Salmo 108:7

    Dios ha hablado en su santuario: “¡Cómo me regocijo! Repartiré a Siquem y mediré el valle de Sucot.

  • Salmo 108:8

    Mío es Galaad y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro.

  • Salmo 108:9

    Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias, y sobre Filistea lanzaré mi grito de victoria”.

  • Salmo 108:10

    ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom?

  • Salmo 108:11

    ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos?

  • Salmo 108:12

    Danos socorro ante el enemigo pues vana es la liberación que da el hombre.

  • Salmo 108:13

    Con Dios haremos proezas, y él aplastará a nuestros enemigos.

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