• Salmo 18:1

    Al músico principal. De David, siervo del SEÑOR, quien dirigió al SEÑOR las palabras de este cántico el día que el SEÑOR le libró de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Él dijo: Te amo, oh SEÑOR, fuerza mía.

  • Salmo 18:2

    El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Mi Dios es mi peña; en él me refugiaré. Él es mi escudo, el poder de mi liberación y mi baluarte.

  • Salmo 18:3

    Invocaré al SEÑOR, quien es digno de ser alabado, y seré librado de mis enemigos.

  • Salmo 18:4

    Me rodearon los dolores de la muerte, y los torrentes de la perversidad me atemorizaron.

  • Salmo 18:5

    Me rodearon las ligaduras del Seol; me confrontaron los lazos de la muerte.

  • Salmo 18:6

    En mi angustia invoqué al SEÑOR y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

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