• Salmo 25:1

    [1] Salmo de David. A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.

  • Salmo 25:2

    ¡Dios mío, en ti confío! No sea yo avergonzado. No triunfen sobre mí mis enemigos.

  • Salmo 25:3

    Ciertamente ninguno de los que confían en ti será avergonzado. Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

  • Salmo 25:4

    Muéstrame, oh SEÑOR, tus caminos; enséñame tus sendas.

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