• Salmo 38:5

    Hieden y supuran mis heridas a causa de mi locura.

  • Salmo 38:6

    Estoy encorvado y abatido en gran manera; ando enlutado todo el día.

  • Salmo 38:7

    Porque mis espaldas están inflamadas, y no hay parte sana en mi cuerpo.

Continúa después de la publicidad