• Salmo 48:4

    Porque, he aquí, los reyes se han aliado; han avanzado juntos.

  • Salmo 48:5

    Pero viéndola así, se quedaron atónitos; se turbaron y se dieron prisa a huir.

  • Salmo 48:6

    Allí se apoderó de ellos el estremecimiento; tuvieron dolor como de mujer que da a luz.

  • Salmo 48:7

    Con el viento del oriente rompes las naves de Tarsis.

  • Salmo 48:8

    Como lo oímos, así lo hemos visto en la ciudad del SEÑOR de los Ejércitos, la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. Selah

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