• Salmo 6:6

    Me he agotado de tanto gemir. Toda la noche inundo mi cama y con mis lágrimas empapo mi lecho.

  • Salmo 6:7

    Mis ojos están debilitados por el pesar; se han envejecido a causa de todos mis adversarios.

  • Salmo 6:8

    Apártense de mí todos los que obran iniquidad, porque el SEÑOR ha oído la voz de mi llanto.

  • Salmo 6:9

    ¡El SEÑOR ha escuchado mi ruego! ¡El SEÑOR ha aceptado mi oración!

  • Salmo 6:10

    Todos mis enemigos se avergonzarán y se aterrarán. Retrocederán y, de repente, serán avergonzados.

Continúa después de la publicidad