• Salmo 60:5

    Salva con tu diestra y respóndenos, de modo que sean librados tus amados.

  • Salmo 60:6

    Dios ha hablado en su santuario: “¡Cómo me regocijo! Repartiré Siquem y mediré el valle de Sucot.

  • Salmo 60:7

    Mío es Galaad y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro.

  • Salmo 60:8

    Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias, y sobre Filistea lanzaré mi grito de victoria”.

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