• Salmo 79:3

    Derramaron como agua su sangre en los alrededores de Jerusalén; no hubo quien los enterrase.

  • Salmo 79:4

    Somos una afrenta para nuestros vecinos, burla y ridículo ante los que están a nuestro alrededor.

  • Salmo 79:5

    ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?

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