• Santiago 1:24

    Se mira a sí mismo y se marcha, y en seguida olvida cómo era.

  • Santiago 1:25

    Pero el que presta atención a la perfecta ley de la libertad y persevera en ella sin ser oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.

  • Santiago 1:26

    Si alguien parece ser religioso y no refrena su lengua sino que engaña a su corazón, la religión del tal es vana.

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