• Santiago 2:14

    Hermanos míos, si alguno dice que tiene fe y no tiene obras, ¿de qué sirve? ¿Puede acaso su fe salvarle?

  • Santiago 2:15

    Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta la comida diaria,

  • Santiago 2:16

    y alguno de ustedes les dice: “Vayan en paz, caliéntense y sáciense” pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?

  • Santiago 2:17

    Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma.

  • Santiago 2:18

    Sin embargo, alguno dirá: “Tú tienes fe, y yo tengo obras”. ¡Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras!

  • Santiago 2:19

    Tú crees que Dios es uno. Bien haces. También los demonios creen y tiemblan.

  • Santiago 2:20

    Pero, ¿quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?.

  • Santiago 2:21

    ¿No fue justificado por las obras nuestro padre Abraham, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?

  • Santiago 2:22

    Puedes ver que la fe actuaba juntamente con sus obras y que la fe fue completada por las obras.

  • Santiago 2:23

    Y se cumplió la Escritura que dice: Y creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia; y fue llamado amigo de Dios.

  • Santiago 2:24

    Pueden ver, pues, que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe.

  • Santiago 2:25

    De igual manera, ¿no fue justificada también la prostituta Rajab por las obras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?

  • Santiago 2:26

    Porque tal como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

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