• 2 Samuel 12:7

    Entonces Natán dijo a David: — Tú eres ese hombre. Así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl.

  • 2 Samuel 12:8

    Te di la casa de tu señor y puse las mujeres de tu señor en tu seno. Te di la casa de Israel y de Judá; y por si esto fuera poco, yo te habría añadido muchas otras cosas.

  • 2 Samuel 12:9

    ¿Por qué, pues, menospreciaste la palabra del SEÑOR e hiciste lo malo ante sus ojos? Has matado a espada a Urías el heteo; has tomado a su mujer por mujer tuya, y a él lo has matado con la espada de los hijos de Amón.

  • 2 Samuel 12:10

    Ahora pues, porque me has menospreciado y has tomado la mujer de Urías el heteo para que sea tu mujer, jamás se apartará la espada de tu casa.

  • 2 Samuel 12:11

    Así ha dicho el SEÑOR: He aquí yo levantaré contra ti el mal en tu propia casa. Ante tus propios ojos tomaré tus mujeres y las daré a tu prójimo, el cual se acostará con tus mujeres a la luz del sol.

  • 2 Samuel 12:12

    Ciertamente tú lo hiciste en secreto, pero yo haré esto ante todo Israel y en pleno día”.

  • 2 Samuel 12:13

    David respondió a Natán: — He pecado contra el SEÑOR. Y Natán dijo a David: — El SEÑOR también ha perdonado tu pecado; no morirás.

  • 2 Samuel 12:14

    Pero como en este asunto has hecho blasfemar a los enemigos del SEÑOR, el hijo que te ha nacido morirá irremisiblemente.

  • 2 Samuel 12:15

    Después Natán regresó a su casa. Muerte del primer hijo de Betsabé Entonces el SEÑOR hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó de gravedad.

  • 2 Samuel 12:16

    David rogó a Dios por el niño. David ayunó, entró y pasó la noche acostado en el suelo.

  • 2 Samuel 12:17

    Los ancianos de su casa fueron a él para hacer que se levantara del suelo, pero él no quiso ni tampoco tomó alimentos con ellos.

  • 2 Samuel 12:18

    Sucedió que al séptimo día murió el niño. Y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues pensaban así: “He aquí que cuando el niño todavía vivía, le hablábamos, y él no quería escuchar nuestra voz. ¿Cómo vamos a decirle que el niño ha muerto? ¡Puede hacer algo malo!”.

  • 2 Samuel 12:19

    Pero David, al ver que sus siervos susurraban entre sí, entendió que el niño había muerto. Entonces David preguntó a sus siervos: — ¿Ha muerto el niño? Ellos respondieron: — Ha muerto.

  • 2 Samuel 12:20

    Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se ungió, se cambió de ropa, entró en la casa del SEÑOR y adoró. Después fue a su casa y pidió alimentos. Le sirvieron comida, y comió.

  • 2 Samuel 12:21

    Sus siervos le preguntaron: — ¿Qué es esto que has hecho? Mientras el niño vivía, ayunabas y llorabas; pero ahora que ha muerto, te levantas y comes.

  • 2 Samuel 12:22

    Él respondió: — Mientras el niño vivía, yo ayunaba y lloraba pensando: “Quién sabe si el SEÑOR tendrá compasión de mí, y el niño vivirá”.

  • 2 Samuel 12:23

    Pero ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerlo volver? ¡Yo iré a él, pero él no volverá a mí!

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