Cuando llegaron a la gran piedra que está en Gabaón, Amasa iba delante de ellos. Y a Joab se le ciñó el vestido que se había puesto, y sobre él un cinto con una espada sujeta a sus lomos en la vaina; y al salir se le cayó.

Amasa iba delante de ellos. Habiendo reunido algunas fuerzas, con una rápida marcha alcanzó a la expedición en Gibson, y asumió el puesto de comandante, en cuyo carácter fue saludado, entre otros, por Joab.

La ropa de Joab... estaba ceñida, a la manera de los viajeros y soldados.

Un cinto con una espada atada a sus lomos, х maatªnaayw ( H4975 ) = su costado (cf. Ezequiel 9:2 )]. Esta declaración recibe amplia ilustración de las esculturas asirias, en las que se representa a los guerreros, sus espadas no en el muslo, sino en el lomo o el costado.

Una espada... y mientras avanzaba, se cayó, es decir, de la vaina. La espada o daga se fijaba al cinto en dirección horizontal, no suspendida de él. En esta posición, la espada de Joab que se cae de la vaina grande podría parecer un accidente muy probable que suceda; mientras que posiblemente no podría haberse caído si hubiera estado colgando floja y perpendicularmente, como las espadas de los modernos.

Según Josefo, la dejó caer a propósito, mientras se acercaba a Amasa, para que, agachándose, como por casualidad, a recogerla, saludara al nuevo general con la espada desnuda en la mano, sin despertar ninguna sospecha de su diseño. "Salió" de manera ceremoniosa al encuentro de Amasa, ahora comandante en jefe, para parecer rendir a aquel oficial, a quien consideraba usurpador de su cargo, un conspicuo honor y homenaje.

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