Y los cánticos del templo serán aullidos en aquel día, dice el Señor DIOS: habrá muchos cadáveres en todo lugar; los echarán fuera con silencio.

Los cánticos del templo serán aullidos en ese día. Los himnos jubilosos en el templo de Judá (o más bien, en el "templo real" de Betel, "la capilla del rey" o santuario; porque la alusión es a Israel, no a Judá, a lo largo de este capítulo) se cambiarán en aullidos. Grotius traduce 'el palacio', en lugar de "el templo"; pero las versiones en hebreo y la Septuaginta, favorecen la versión en inglés.

Los arrojarán con silencio, no como dice la nota al pie, "estar en silencio" [chaac]. Es un adverbio, en silencio (Maurer). Pero Pusey y Henderson lo traducen literalmente, "¡Él los arroja, silencio!" Cada uno arroja a los suyos, como "desechos sobre la superficie de la tierra". El dolor es demasiado fuerte para las palabras - los vivos y los muertos quedan callados como la tumba. Habrá tanta matanza que incluso impedirá que los cuerpos sean enterrados con los ritos habituales (Calvino). No habrá los plañideros profesionales habituales, sino que los cuerpos serán arrojados en silencio. Quizás también se quiera decir que el terror tanto de Dios  como del enemigo cerrará sus labios.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad