El lindero de tu prójimo no quitarás, el cual pusieron desde antiguo en tu heredad, la cual heredarás en la tierra que Jehová tu Dios te da en posesión.

No quitarás el lindero de tu prójimo. El estado de Palestina en lo que respecta a los cercados es muy parecido ahora a lo que ha sido siempre. Aunque los jardines y los viñedos están rodeados de muros de piedra seca o de setos de chumberas, los límites de los campos de cultivo no están marcados más que por una pequeña zanja, un pequeño mojón o una sola piedra erecta colocada a ciertos intervalos. Es evidente que una persona deshonesta podría fácilmente llenar la zanja con tierra, o quitar estas piedras unos pocos metros, sin mucho riesgo de ser detectado, y ampliar su propio campo mediante una invasión furtiva en el de su vecino.

Esta ley, por lo tanto, fue hecha para prevenir tales infracciones en la tierra que los israelitas iban a ocupar; porque cuando el país fuera dividido entre las tribus, y las familias que las componían tuvieran sus respectivos patrimonios asignados, los líderes de la nación establecerían al principio los límites, que en ningún período futuro sería legal alterar o remover.

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