Entonces todos los hombres de Judá y Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de tres días. Era el mes noveno, a los veinte días del mes; y todo el pueblo se sentó en la plaza de la casa de Dios, temblando a causa de este asunto, y de la gran lluvia.

Luego todos los hombres de Judá y Benjamín. Los cautivos que regresaron pertenecían principalmente a estas tribus; pero otros israelitas también están incluidos bajo estos nombres, ya que todos ocupaban entonces el territorio anteriormente asignado a esas dos tribus.

Era el noveno mes, es decir, entre fines de diciembre y principios de enero, que es la estación más fría y lluviosa del año en Palestina.

Todo el pueblo se sentó en la calle, es decir, el atrio o área "de la casa de Dios", en la cual el pueblo estaba de pie como adoradores.

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