Y aconteció que cuando Moisés alzó su mano, Israel prevaleció; y cuando bajó su mano, prevaleció Amalec.

Cuando Moisés levantó su mano, Israel prevaleció...El objeto del líder en este notable acto ha sido objeto de mucha discusión. Que era la actitud de la oración lo sostienen Orígenes, Sebastián Munster, Seiler, Keil y Delitzsch, el Dr. Hall, etc., que insisten en estas circunstancias: que Moisés no actuó como comandante, habiendo transferido el mando a Josué; que se retiró a una colina donde no pudiera ser visto por los guerreros en el fragor de la batalla; que como no se levantó sólo una mano, sino ambas ( Éxodo 17:12) estaban levantadas, lo cual era la posición de un suplicante, "la vara" que había sido el instrumento de su anterior ejercicio de poder sobrenatural, era ahora agarrada con avidez como medio de atraer suministros de gracia y fuerza divina de lo alto; y que todas estas circunstancias combinadas prueban que Moisés estaba ocupado en la oración, parece confirmado por el hecho de que anunció, para el estímulo personal de Josué antes del comienzo de la batalla, su intención de buscar socorro de esa manera.

Por otra parte, el hecho de que Moisés mantuviera su vara elevada en su mano extendida como "una señal para el pueblo", es la opinión apoyada por Le Clerc, Vater, Lakemacher, Rosenmuller, Werenfels, Kurtz, etc., que notan que el líder no extendió su vara sobre el enemigo, como lo hizo uniformemente al realizar las maravillas en Egipto, sino que levantó sus manos; que la depresión ocasional de las mismas cuando la fortuna de la batalla se inclinaba a favor del enemigo, muestra que se pretendía que sirviera de estandarte para asegurar a los israelitas la ayuda divina; y que la elevación prolongada de las manos, si se hace en oración, implica la atribución de demasiada virtud a la forma exterior.

La primera de estas opiniones es apoyada por algunos escritores recientes sobre la base de que hay ejemplos, incluso en partes anteriores de la historia sagrada, de la eficacia de la oración, y que Moisés ahora dio a los israelitas una lección importante, que en todos sus conflictos con los poderes impíos del mundo, una dependencia creyente en Yahvé, a través de la oración, era la garantía segura y cierta de la victoria. Por otra parte, se observa que "la vara" fue dada a Moisés con el propósito expreso de obrar maravillas  ( Éxodo 4:17 ), y que nunca parece haber sido utilizada en un tiempo de oración.

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