Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo acampó fuera del campamento, lejos del campamento, y lo llamó Tabernáculo de reunión. Y sucedió que todos los que buscaban a Jehová salían al tabernáculo de reunión, que estaba fuera del campamento.

Moisés tomó el tabernáculo, no el tabernáculo del cual se le había dado un modelo, pues todavía no estaba erigido, sino uno más sencillo, tal vez su propia tienda, conspicua como la del líder,en una parte de la cual escuchaba causas y comulgaba con Dios acerca de los intereses del pueblo. Su asignación para fines sagrados era muy conveniente, o más bien indispensablemente necesaria, pues no se puede suponer que el pueblo se quedara sin los medios o la oportunidad de acceder a Dios por el espacio de un año.

En este tabernáculo provisional o interino, en el que, como se observará, no se ofrecían sacrificios, Moisés desempeñaba sus funciones de mediador, consultando a Yahvé en nombre de los que solicitaban el consejo divino o las muestras de favor divino, y recibiendo revelaciones de la voluntad divina. De ahí que recibiera el significativo nombre de "tabernáculo de la congregación" (ver la nota en Éxodo 27:21 ), que se conservó incluso después del cambio de su posición con respecto a Israel.

Su existencia entre ellos era un gran privilegio, aunque probablemente poco considerado por las multitudes, como es el caso de los privilegios en general cuyo valor no se conoce, o al menos se aprecia debidamente, hasta que están en peligro de perderse irremediablemente; y por lo tanto, la retirada de este tabernáculo en abominación de un campamento contaminado produjo una intensa alarma, ya que se consideró como el primer paso en el abandono total con el que Dios los había amenazado.

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