Porque ahora extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo con pestilencia; y serás cortado de la tierra.

Porque ahora extenderé mi mano para herirte. Este versículo, tal como está en nuestra versión, contiene una aparente contradicción con los hechos; porque ni el Faraón ni su pueblo fueron heridos por la peste, ni fue cortado de la tierra por ningún trastorno maligno. Y todavía no se dio ninguna premonición de la catástrofe fatal que al final iba a suceder tanto al rey como a sus súbditos. х shaalaachtiy ( H7971 ) está en tiempo pasado, no en futuro, y al traducirlo así, como cláusula adjunta o condicional, se elimina toda ambigüedad.

'Porque si hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo, habrías sido cortado de la tierra. Pero, en verdad, por esto mismo te he puesto de pie, es decir, te he puesto en pie (Septuaginta, dietereethees, ¿has sido preservado), para que pueda hacerte ver mi poder, y con el fin de celebrar mi nombre en toda la tierra (tierra).'

Aquí se declara muy claramente la superintendencia de una Providencia particular. No sólo se hace una preparación para la proximidad de la nacionalidad y la educación religiosa de Israel, como iglesia infantil, sino que el curso de los acontecimientos en el mundo exterior se regula con miras al mismo importante objetivo. Egipto, donde Israel iba a ser recibido por un tiempo, estaba en el más alto grado de civilización y gloria como reino mundial; el monarca reinante se distinguía por ese temperamento imperioso o voluntad de hierro que exhibía el despotismo en su más pleno ejercicio.

Los recursos nacionales eran tan grandes y florecientes, que las deidades guardianas, a cuyo favor especial se atribuían, nunca fueron adoradas con una devoción más ardiente y supersticiosa: de modo que aquí había un campo para un justo experimento de lo que el poder humano podía hacer al oponerse a la voluntad y los propósitos declarados del Altísimo. Faraón era un tipo de pecadores; y en la tolerancia y la misericordia que se le mostró durante tanto tiempo, vistas en relación con la condena a la que, por su incorregible obstinación, fue consignado, el carácter bondadoso e inflexiblemente justo de Dios se mostró de manera notable. Este registro que se conserva en la historia sagrada ha hecho que "Su nombre sea declarado en toda la tierra"

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