Entonces la gloria de Jehová se elevó de sobre el querubín, y se detuvo sobre el umbral de la casa; y la casa se llenó de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.

La gloria del Señor se elevó del querubín y se detuvo sobre el umbral de la casa. Distinto de la partida de la gloria del Señor al umbral del querubín sobre el propiciatorio del templo. Aquí el querubín del que parte la gloria del Señor es el querubín visto por Ezequiel en su primera visión, y que estaba "al lado derecho de la casa".

La casa se llenó de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del Señor. El atrio exterior estaba lleno del resplandor del Señor; mientras que era sólo la nube que llenaba la casa por dentro, escenario de idolatrías, y por tanto del desagrado de Dios. El trono de Dios estaba en el umbral. El templo, una vez lleno de brillo, ahora está oscurecido por dentro con una nube.

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