Y habló Rubén a su padre, diciendo: Mata a mis dos hijos, si no te lo traigo; entrégalo en mi mano, y yo te lo traeré de nuevo.

Rubén ... Mata a mis dos hijos, (ver la nota en Génesis 37:22 ; Génesis 37:30 ). Esta era una condición desconsiderada e injustificada, que nunca esperó seriamente que su padre aceptara. Sólo tenía por objeto dar la seguridad de que se cuidaría al máximo a Benjamín. Pero podían surgir circunstancias imprevistas que hicieran imposible que todos ellos conservaran a ese joven ( Santiago 4:14 ); y Jacob se sintió muy afligido por la perspectiva. Poco sabía él que Dios estaba tratando con él severamente, pero con bondad ( Hebreos 12:7-8 ), y que todas esas cosas que pensaba en contra de él estaban obrando juntas para su bien.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad