Porque éstos no están borrachos, como vosotros suponéis, siendo la hora tercera del día.

Porque estos - estos discípulos, señalando sin duda a toda la compañía inspirada,

No estáis borrachos, como suponéis, ya que es la hora tercera del día , las nueve de la mañana. Esta era la primera de las tres horas de oración en que se dividía la jornada judía, la hora del sacrificio matutino en el templo; y a ningún judío se le permitía probar nada hasta que hubiera ofrecido su oración de la mañana.

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