Y ahora estoy en pie y soy juzgado por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres:

Y ahora estoy en pie y soy juzgado por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres, es decir, por creer que la promesa del Mesías, la esperanza de Israel , se había cumplido en Jesús de Nazaret resucitado de entre los muertos y glorificado a la diestra del poder.

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