Y él, saltando, se puso en pie, y anduvo, y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.

Y él, saltando, se puso en pie, y anduvo, y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Cada palabra aquí es enfática, expresando tanto la perfección como la inmediatez de la curación.

La multitud reunida llena de asombro (3:9-11)

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