Entonces le tocará al hombre quemarse; porque tomará de ello, y se calentará; sí, lo enciende y hornea pan; sí, hace un dios, y lo adora; la hace una imagen tallada, y se postra sobre ella.

Entonces será para un hombre quemar... él... cocerá pan. ¡El mismo árbol que proporciona el material para el dios se usa en parte como combustible para un fuego para cocinar sus comidas y calentarse!

Él hace de ella una imagen tallada, y se postra sobre ella; más bien, 'se postra delante de ellos', es decir, tales imágenes; lamo, no lo (Maurer).

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