No hay quien la guíe entre todos los hijos que ha dado a luz; ni hay quien la tome de la mano de todos los hijos que crió.

(No hay) nadie que la guíe entre todos los hijos (a quienes) ha dado a luz. Siguiendo la imagen en Embriagada y confundida por el cáliz de la ira de Dios, no tiene quien la guíe en su estado de desamparo: aún no ha despertado del sueño causado por aquella corriente. Esto no puede aplicarse al cautiverio babilónico; porque en él, tenían a Ezequiel y Daniel, Esdras y Nehemías, como 'guías', y pronto despertaron de aquel sueño; pero se aplica a los judíos ahora, y será aún más aplicable en su próxima opresión por parte del Anticristo.

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