Y buscad la paz de la ciudad adonde os he hecho llevar cautivos, y rogad por ella a Jehová, porque en su paz tendréis paz.

Buscad la paz de la ciudad adonde os he hecho llevar cautivos, y rogad al Señor por ella -  No solo soportéis el yugo babilónico con paciencia, sino orad por vuestros amos, es decir, mientras dure el cautiverio. El buen tiempo de Dios estaba por llegar cuando debían orar por la caída de Babilonia. No debían adelantarse a ese tiempo. La verdadera religión enseña la sumisión paciente, no la sedición, aunque el príncipe sea un incrédulo. En todos los estados de la vida, no desechemos la comodidad que podamos tener, porque no tenemos todo lo que quisiéramos tener. Hay aquí un anticipo del amor evangélico hacia los enemigos.

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